Aunque la edad ya no importe y la vida me lleve al trote..
El perfume de mi ser, me despierta sin aviso, es sutíl, es preciso,
es sencillo y etéreo.
Es... el que todo lo puede, el que domina mi mente y encadena mis recuerdos.
Solo puedo concederle sus deseos, prestarme a sus servicios, dejarme llevar
por la lujuria y doblegarme a su lucha.
Soy esclava de mis deseos y no tengo más, que sucubir a ellos.
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